Seguramente si se tuviera que elegir una palabra para definir el año que estamos a punto de dejar, ésta sería austeridad. Austeridad hasta en la sopa. Para cualquier cosa. La propaganda machaca con el tema de no gastar absolutamente nada, como si de un plan maquiavélico se tratase para terminar de hundir la maltrecha economía. “Oigan, que las tiendas no venden nada, los que tengáis dinero tampoco compréis, no vaya a ser que todo se vaya a la mierda” La lógica me suliveya. Como el Gobierno actual tiene ganas de acelerar el proceso de crisis y hundirlo todo lo más pronto posible, he dispuesto una serie de consejos para no gastar en Navidad y hacerlas bien austeras. Disfrutar está feo en estos tiempos difíciles, así que apretaros los cinturones y pedid perdón por vuestros pecados. Los mayas ya lo avisaron.
1. Agrupa todas las comilonas de las Navidades en una sola. Elige el día, por ejemplo el 27 de diciembre y junta a toda tu familia. Si no cabéis todos en un piso, okupad algún piso de los bancos que nadie lo va a notar. Los demás días de fiesta tenéis que ayunar. Como el Ramadán, pero a lo bruto.
2. Nada de gambas: langostas. Pero los insectos. Al fin y al cabo también crujen como los crustáceos y tienen proteínas. El sabor no es lo mismo, ¡pero salen gratis! Sólo hay que cazarlas.
3. Los regalos de Navidad han de ser como mucho uno. Lo interesante es que no hubiera regalos y que los trajeran de verdad los Reyes Magos. Pero resulta que en la casa real mágica también hay recortes y piden comisión por cada regalo. Así que un regalo para todos. Por ejemplo: un parchís. Que tiene la oca debajo y parece dos regalos en uno.
4. Usar el geranio como árbol de Navidad. No hace falta ponerle bolas ni espumillón que está muy caro. Basta con un cartel que ponga: “Esto es el árbol de Navidad”. Y arreando.
5. Aprovechar las humedades del piso para sacar el musgo para el Belén. Las figuritas de los Reyes Magos basta con que sean un par de playmobils del niño. Para el caganer pon un Playmobil sentado y usa caca del perro para hacerlo más realista y barato.
6. Saltar la valla de una de las múltiples obras abandonadas del país, coger un par de ladrillos, echarles azúcar y ya tenemos turrón del duro.
7. En vez de 12 uvas, compráis una para cada uno y por cada campanada un mordisquito.
8. Dejar la chimenea bien cerrada. Todo el mundo sabe que Papá Noel no existe y si entra alguien por ahí puede que sea de una mafia albano-kosovar que se haya hecho fuerte en la zona.
9. Nada de iluminar el balcón con luces navideñas. Como alternativa propongo poner una vela en el balcón, soplarla y encenderla a cada segundo para hacer el efecto intermitente. A poder ser sin perder el aliento.
y 10. No comprar lotería. Esperar al día siguiente, asaltar la casa de Fabra y cogerle alguno de sus múltiples números premiados. Y adiós a la crisis.
Estos son mis consejos para que en estas fiestas que se acercan se gaste lo menos posible y así la economía resurgirá de sus cenizas por arte de magia. En el mundo al revés.
(Font.El mundo esta loco)
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada