Aparcar el coche en Francia y bajar de él en Catalunya. Ese podría ser el título de esta entrada, y es perfectamente posible hacerlo si uno viaja al pequeño pueblo fronterizo de Le Perthus (El Pertús en catalán y castellano), que comparte la calle principal con el pueblo de Els Limits (Los Límites, en castellano), oficialmente un barrio del pueblo gerundense de La Jonquera, a unos 180 kilómetros de Barcelona. La división de ambos pueblos es tal que la calle mayor de El Pertús se encuentra partida en dos. Los edificios situados en el lado occidental de la calle se encuentran en la Avenue de France, mientras que los del lado oriental tienen como dirección postal la Avinguda de Catalunya. En una acera se encuentran bancos españoles y en la de enfrente entidades francesas. Hay un jardín dividido entre los dos países, un árbol binacional y un supermercado llamado, muy propiamente, La Frontera. Si no me pillara tan lejos iría a hacer la compra allí cada semana.
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Hito fronterizo nº 574, visto desde Catalunya (click para ampliar). En el asfalto se observa la línea discontínua que marca el límite entre España y Francia. Al fondo, el supermercado La Frontera. La parada de autobús que se ve tras el autocar amarllo está en Catalunya y lleva el logotipo del gobierno catalán. Tras ella se ve el hito 575.
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La división del pueblo es invisible a simple vista, salvo que uno esté muy atento o sea un friki, como es mi caso. Els Limits y Le Perthus se encuentran en el lado francés de la aduana conjunta que permaneció allí hasta la entrada en vigor del Tratado de Schengen, y cuyas instalaciones aún siguen en pie, aunque en desuso. Es el único lugar, que yo conozca, en el que para trasladarse de un pueblo español a otro había que pasar por la aduana. El origen de la división lo podemos remontar hasta el siglo XVII, cuando el Tratado de los Pirineos consagró la actual frontera francoespañola en la cordillera pirenaica. Un par de siglos más tarde, en 1866, España y Francia firmaron un tratado fronterizo que fijaba la frontera exacta entre Andorra y el Mar Mediterráneo. En ese tratado se indicaba dónde deberían ir cada uno de los hitos fronterizos que señalizaran el límite entre los dos países, y que aún se encuentran en pie.
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Sobre estas líneas, hito fronterizo 575, a unos cien metros del anterior, justo a la entrada de Els Limits. A la derecha se encuentra el supermercado Frontera. La raya discurre en el bordillo que se ve tras el hito. Debajo, el mismo hito monumental, con la parada de autobús más fronteriza de España, y la antigua localización del hito, marcada en la actualidad por una placa metálica en el suelo como hito nº 574 bis. Las imágenes inferiores son de Chaland.

En el tratado de 1866 se fijaba el límite hispano francés en la zona de El Pertús en un arroyo (Arroyo de la Condesa) que se encontraba justo al borde del camino que atravesaba el lugar, y que ahora es la Carretera Nacional II de España y la calle principal del pueblo al otro lado de la frontera. Todo el arroyo era territorio francés, hasta la orilla oriental. Probablemente fue en los años sesenta del siglo XX cuando se procedió a cubrir el arroyo, que ahora forma parte del alcantarillado de Le Perthus, y tambien cuando se comenzó a construir edificios en el lado oriental del pequeño riachuelo, que en verano no era más que una cuneta completamente seca. Así pues, la frontera quedó soterrada, y surgió una calle internacional. En esta calle, Avenue de France en el lado occidental, y Avinguda de Catalunya en el oriental, la calzada es enteramente francesa, justo hasta el bordillo de la acera del lado Este, que ya es española. Los coches que aparcan el lado oriental lo hacen en Francia, pero como la acera es española, para pagar el estacionamiento necesariamente hay que cruzar la calle, donde se encuentran los parquímetros franceses
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Arriba, la calle principal de Le Perthus y Los Límites. Los coches están aparcados en Francia, los bolardos y la cabina de teléfonos en España. La frontera la marca el bordillo de la acera. Debajo, el hito fronterizo nº 576, en la esquina de la calle principal con la calle del Correc de la Comtessa. En el lado que se ve en la foto está escrito “Galia” en la piedra gris. Al otro lado se lee (malamente) “Hispania”.

La frontera recorre gran parte de la avenida binacional. En el lado español de la calle se encuentran estancos, licorerías y todo tipo de comercios que no existen al otro lado de la calle. El tabaco es mucho más barato en España que en Francia, por lo que no existe ni un solo estanco francés en varios kilómetros a la redonda. Lo mismo ocurre con el alcohol e incluso con los alimentos. Prácticamente todo el lado español está dedicado al comercio, en Los Límites apenas vive gente. A unos seiscientos metros al norte de la aduana, la frontera efectua un giro al este por el Carrer del Correc de la Comtessa, en castellano, Calle del Arroyo de la Condesa. Bajo ella se encuentra precisamente el riachuelo que separa España y Francia, y por tanto, la pequeña calle también es binacional. El nombre del lado francés es Rue du Ravin, o calle del Arroyo.
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Sobre estas líneas, hito fronterizo 577, en la calle del Correc, fotografiado desde España. A la izquierda de éste se encuentra un jardín privado binacional. Debajo, el mismo punto visto desde el lado francés. Obsérvese el bolardo con los colores nacionales españoles, justo sobre la frontera.
Al final de la calle se encuentra la autopista A7, la principal vía de comunicación terrestre entre Cataluña y Francia. Bajo ella cruza el arroyo fronterizo, a través de un pequeño túnel algo inquietante en el que la pared oriental es española y la occidental francesa. Al otro lado, el riachuelo se pierde en los montes que rodean el pueblo.
Sobre estas líneas, la boca Este del pequeño túnel bajo la autopista (otra foto se puede ver aquí). La orilla oriental del arroyo marca la frontera entre España y Francia. Debajo, línea fronteriza sobre la autopista. Obsérvese el cartel (español) de kilómetro cero. Ochocientos metros al norte se encuentra la aduana francesa. Al fondo se distinguen las casas de Le Perthus.
La situación fronteriza del pueblo provoca varias curiosidades. A la entrada del pueblo, junto al bordillo fronterizo que se ve en la segunda foto de esta entrada hay un aparcamiento de pago francés. Pero la calle española que se observa también hay que pagar para usarla. Los tíquets de un país no sirven para el otro, por lo que junto a cada parquímetro hay una señal que indica este hecho. Justo sobre el bordillo crece un árbol completamente binacional. Cabe preguntarse quién se encarga de podarlo. Quizá monten un equipo conjunto y cada operario corte las ramas de su país.
Arriba, arquímetros español (delante) y francés (detrás). En los carteles, en francés y catalán, se indica la obligatoriedad de pagar por el aparcamiento, y que los tíquets franceses no son válidos en la zona española, y viceversa. Debajo, el árbol internacional (foto de Chaland)

Yendo en coche, se puede entrar a Els Limits sin pisar suelo francés, pero para regresar al resto de España es necesario cruzar la calle principal, o sea entrar en Francia. La policía española puede cruzar la frontera sin problemas; cuando estuve allí vi coches de la Guardia Civil y de los Mossos d’Esquadra (la policía autonómica catalana) en calles francesas. Se han dado casos en los que alguien ha cometido alguna falta en España y ha sido detenido por la policía francesa. El pueblo está plagado de vendedores ambulantes de falsificaciones de todo tipo, que en ocasiones se ponen violentos con los visitantes del lugar, pero el pueblo, en general, es bastante seguro. Cuando estuve allí era domingo, pero todos los comercios del lado español estaban abiertos y llenos hasta la bandera. Els Limits es la Andorra esa zona de Francia. Y una visita obligada para cualquier friki fronterizo.
(Font.blog Fronteras)
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